¿Qué es la sucesión ecológica?
Se conoce como sucesión ecológica a la alteración de un ecosistema si ésta se hace de manera natural, es decir, sin la intervención humana. Es por ello que en ocasiones se llama sucesión natural.
En cambio no está considerada una sucesión ecológica cuando la causa es antropogénica, es decir, que la modificación o cambio del ecosistema es una consecuencia de la actuación del ser humano.
Tipos de sucesión ecológica
Existen diversos tipos de sucesión ecológica, cada uno de ellos con unas diferencias sustanciales.
Sucesión progresiva. La sucesión progresiva se da cuando la alteración del ecosistema implica una dirección. Esto suele implicar a su vez aumento en la biomasa, en la productividad, en la biodiversidad y en la estabilidad del ecosistema.
Sucesión degradativa. En sentido inverso y de manera contraria a la sucesión progresiva, se da lo que se conoce como sucesión degradativa, una tendencia involutiva que implica que el ecosistema se simplifica hacia menos especies, menos y menos biomasa, es decir que las condiciones vitales disminuyen.
Sucesión primaria. La sucesión primaria se realiza cuando organismos llegan a un ambiente poco fértil y con un sustrato recién formado, como en el caso de los deshielos y las áreas volcánicas tras una erupción.
Se trata de áreas donde los organismos llegan sin un legado biológico anterior y comienzan a formarlo desde cero.
Sucesión secundaria. El siguiente paso de la sucesión primaria se da cuando los organismos ya han creado unas condiciones que hacen posible diferentes formas de vida y alguna causa ha modificado el entorno.
Esto se suele dar, de forma más evidente e ilustrativa, en los bosques que son arrasados por incendios, donde las especies que han sobrevivido, ya sea por semillas o raíces, se van expandiendo y volviendo a dar vida al lugar.
Sucesión autogénica. La propia interacción de las formas orgánicas modifican el ambiente sin ninguna intervención de organismos externos.
Sucesión alogénica. A diferencia de la sucesión autogénica, en la sucesión alogénica son las condiciones ambientales (externas) las afectan o actúan directamente sobre la modificación o sucesión del ecosistema.
Ejemplos de sucesiones ecológicas
Veamos diferentes ejemplos de sucesión ecológica para que quede más claro, ya que sin ellos resulta muy abstracto y en ocasiones difícil de comprender del todo.
El ejemplo más común de sucesión degradativa es cuando los nutrientes o el sustrato del suelo se pierden.
Los ejemplos más evidentes y claros de sucesión primaria se dan en las dunas, en las islas volcánicas (es decir, tras la erupción de un volcán), en el deshielo de los glaciares y en la roca viva recién expuesta.
La sucesión secundaria se da en zonas alteradas que vuelven a ser pobladas por organismos, como por ejemplo con el paso del tiempo tras un incendio forestal, donde muchas especies se nutren de la propia ceniza y vuelven a florecer. No siempre la vegetación nueva es la que existía previamente.
Ejemplos de sucesión alogénica son los ríos, los estuarios o los deltas, donde el movimiento constante de las aguas va modificando el propio ecosistema.