Hace algunos años os explicaba en un artículo de la gran necesidad de reforestar y sobre todo de aumentar la biodiversidad vegetal del planeta como vía efectiva para frenar o al menos desacelerar el cambio climático.
Por suerte actualmente ya somos muchos lo ecológos que pensamos igual y esto de a poco lamentablemente se esta viendo reflejado en acciones.
En Europa actualmente se esta reforestando rápidamente las ciudades con pequeños y densos parches de bosque nativo gracias a un método japonés que logra que estos bosques crezcan hasta 10 veces más rápido de lo normal.
El botánico más japones, Akira Miyawaki, ha inspirado una pequeña revolución forestal con esta técnica de crecimiento rápido primero en Asia y ahora en Europa.
El objetivo es restaurar un mosaico de bosques nativos en las zonas urbanas, donde han desaparecido casi por completo.
Hemos hablado mucho de “desiertos alimentarios” en ciudades densamente pobladas… pero este problema se da en conjunto con el de los “desiertos forestales”.
La vasta expansión del desarrollo humano en todo el mundo ha desconectado la vida silvestre de sus hábitats naturales y de las zonas de caza y pastoreo, hasta tal punto que un alarmante número de especies se está extinguiendo cómo consecuencia de nuestra acciones y estilo de vida.
En la medida entendamos que nosotros también somos una especie dependiente de los bosques, veremos claramente la necesidad de reforestar lo antes posible.
Ya muchos de nosotros lo estamos haciendo en nuestros propios patios traseros… y en cada metro cuadrado de espacio urbano desocupado.
Pero esto no alcanza al igual que con los océanos que debemos empezar a descontaminar y cuidar necesitamos parar todo y pensar primero en el planeta, a escala global como especie.
Cómo funcionan los pequeños bosques.
Usando el método Miyawaki, los voluntarios están plantando una gran variedad de árboles y plantas nativas en pequeños trozos, dondequiera que pueda encontrar un espacio abierto.
Aunque muchos de estos mini-bosques no son más grandes que una cancha de tenis, son extremadamente productivos y están llenos de diversas especies de vida silvestre.
Los pequeños bosques de Miyazaki crecen 10 veces más rápido y se vuelven 30 veces más densos y 100 veces más biodiversos que los plantados por métodos convencionales.
Esto se debe a que los arbolitos se plantan muy cerca unos de otros, a razón de tres por metro cuadrado, utilizando una amplia variedad de especies nativas (idealmente 30 o más) adaptadas a las condiciones locales.
Se seleccionan plantas de varias alturas para lograr una capa protectora de rápido crecimiento en el dosel (que ayuda a crear más lluvia) junto con un denso sotobosque y una capa intermedia.
Los bosques deben ser regados diligentemente hasta que se forme la capa de cubierta, en cuyo momento el bosque madurará en un tiempo récord.
Aunque pequeños, soportan un número y una variedad mucho mayor de vida silvestre que los bosques no nativos mucho más grandes que han sido plantados para reemplazar las zonas deforestadas en el último siglo o dos.
La idea es “crear corredores de vida silvestre a través de cintas contiguas de mini-bosque”. El científico de la vida silvestre Eric Dinerstein le dice a The Guardian.
Los pájaros cantores migratorios son una especie que se beneficiará enormemente de tales esfuerzos, señala.
Mini bosques en Europa
Desde 2015 se han plantado más de 100 bosques de estilo Miyawaki en los Países Bajos, con planes de duplicar este número para 2022. Al menos 40 de estos bosques han sido plantados en Francia y Bélgica.
Después de sólo 3 años, un pequeño bosque de 300 árboles en Bélgica ya tiene 3 metros de altura con una gruesa capa de humus desarrollada debajo, dice el fundador de Urban Forests Nicolas de Brabandère.
Los bosques naturales y biodiversos pueden almacenar 40 veces más carbono que las plantaciones de una sola especie, lo cual los hace esenciales en la lucha contra el cambio climático como deja claro este artículo de la revista Nature.
Y los bosques de Miyawaki están diseñados para regenerar la tierra en mucho menos tiempo que los más de 70 años que le toma a un bosque recuperarse por sí mismo.
Quede impresionado con el método Miyawaki,excelete por ECOSAS por publicar ésta importante información,lo voy a aplicar,mil gracias
Muy interesante, gracias por compartir. Una cosa… Puede ser que el enlace al articulo de la revista nature no funcione? Esque no consigo acceder. Gracias, saludos!