Antes del confinamiento caminar ya era una excelente manera de mejorar o mantener la salud general, tras el período de confinamiento y el comienzo de la desescalada que nos hará llegar a “la nueva normalidad”, caminar se ha convertido en algo casi obligatorio para aquellas personas que no hayan realizado ningún ejercicio físico en sus casas durante ese tiempo y quieran seguir manteniendo una buena salud general.
No hace falta apuntarse a un gimnasio, o invertir grandes cantidades de dinero en máquinas deportivas para tener en casa, como cintas de correr, para realizar este tipo de ejercicio de bajo impacto físico que podemos practicar, de forma individual, en el exterior y en los alrededores de nuestras casas durante el período de desescalada, y mantener como rutina diaria después de la misma.
Con sólo 30 minutos al día de paseo o marcha ligera podemos aumentar nuestra condición cardiovascular, fortalecer los huesos, reducir el exceso de grasa corporal y aumentar la potencia muscular, así como su resistencia. También puede reducir el riesgo de desarrollar afecciones como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, osteoporosis y algunos tipos de cáncer.
A diferencia de otras formas de ejercicio, caminar es gratis y no requiere de ningún equipo especial o de entrenamiento previo, consiste simplemente en ponerse a andar, de forma paulatina y progresiva eso sí. No hay que pretender andar 20 kilómetros el primer día, se debe aplicar el sentido común, como para todo en la vida.
Diversos estudios científicos, realizados a lo largo de los años, han demostrado que para mejorar la salud no es necesario realizar actividad física de forma vigorosa o realizarse durante largos períodos de tiempo para mejorar la salud. Simplemente vale con ser constante al realizar una actividad de bajo impacto.
Caminar requiere un equipo mínimo, consistente en calzado, una gorra y ropa cómoda a la vez que transpirable. Andar de forma ligera se puede hacer a la hora del día que nuestra fase de desescalada nos permita y se puede realizar a propio ritmo.
Podemos salir y caminar sin preocuparnos por los riesgos asociados con algunas formas más vigorosas de ejercicio, pero manteniendo las recomendaciones de Sanidad y cumpliendo con las distancias de seguridad marcadas por el gobierno de España.
Caminar también es una excelente forma de actividad física para las personas con sobrepeso, personas mayores o que no han hecho ejercicio en mucho tiempo, por ello es ideal para retomar la actividad física perdida durante el confinamiento.
A groso modo algunos de los beneficios para la salud de caminar son:
- Aumento de la aptitud cardiovascular y pulmonar (corazón y pulmón).
- Riesgo reducido de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
- Mejora de ciertas afecciones tales como hipertensión (presión arterial alta), colesterol alto, dolor o rigidez articular y muscular, y diabetes.
- Fortalecimiento de los huesos y obtención de un mejor equilibrio
- Aumento de la fuerza muscular y de la resistencia
- Pérdida de peso y reducción de la grasa corporal.
- Mejora del estado de ánimo.