La actual situación de emergencia por la que pasa el planeta Tierra en relación al deterioro de los ecosistemas, deforestación, contaminación atmosférica… y demás problemática ecológica no da opción. Todos los sectores industriales, empresas y negocios deben llevar a cabo cambios en sus modelos de producción para disminuir, en la medida de lo posible, la debacle que vive la naturaleza. Las cristalerías también llevan a cabo sus propias actuaciones en post de un bien común, más ecológico.
En los últimos años, el medio ambiente y su conservación se ha vuelto un elemento indisociable de cualquier compañía que quiera mantener una buena imagen y seguir activa en su sector. Es inevitable la inversión para adaptar los mecanismos productivos a un respeto ecológico. Localizar el equilibrio entre crecimiento empresarial y el cuidado de los ecosistemas es el objetivo de cualquier organización contemporánea.
Vidrieros y profesionales del sector, como los que forman parte de empresas como la Cristalería Aluspai, no son indiferentes a estas nuevas necesidades y sensibilidades. Solo las empresas con una mayor capacidad de adaptación e innovación consiguen entender que el sector del vidrio ocupa una posición privilegiada para hacer frente a esta nueva situación y encabezar un mundo en plena transformación ecológica.
El vidrio es, por naturaleza, ecológico
Los vidrieros y cristaleros tienen la suerte de trabajar con un material que es ecológico, ya que es inerte y 100 % reciclable, si este no está contaminado. Su producción se lleva a cabo con procesos seguros y sin riesgos para el medioambiente. De hecho, las fábricas dedicadas a la cristalería no están sujetas a la clasificación SEVESO de la Directiva Europea, que obliga a los establecimientos industriales con presencia de sustancias o mezclas peligrosas, en cantidades superiores a los umbrales indicados por la normativa, a tener identificados los riesgos existentes, así como a un sistema de evaluación de los mismos.
Es, en el uso de la energía que se requiere para su producción, donde existe cierto margen de maniobra para reducir la cantidad de residuos. En este sentido, sí que se establecen parámetros de acción, los vidrieros se han marcado como objetivo para favorecer al medio ambiente actuar en los pilares de: la economía de la energía, el control de la contaminación atmosférica y el reciclaje.
Ventajas medio ambientales del vidrio en la sociedad
En cualquier caso, y aún sabiendo que queda mucho camino por recorrer, sobre todo en los sistemas productivos del vidrio, no se puede negar su capacitación para disminuir la contaminación una vez en uso.
Hay que poner en valor la eficacia para reducir el consumo energético con el acristalamiento tanto de edificios y cualquier infraestructura construida como en los automóviles. En este sentido, no se puede dudar de el efecto economizador de la energía. Tanto si las instalaciones se realizan con doble acristalamiento, como por aquellos objetos que se fabrican en cristal y que, por tanto, tienen una duración elevada, si no se rompe, así como una tasa de reciclado insuperable.
La adaptación de las cristaleras a la normativa europea medioambiental
El cristalero tiene una oportunidad excepcional para adaptar sus trabajos a un sistema ecológico y, a su vez, rentable. Para conseguir este objetivo, lo único que tendrá que hacer es mantenerse dentro del marco general las Directivas Europeas que emite la Comisión de la UE.
Aunque no existe una legislación europea específica para este sector, las actuaciones posibles están bastante claras. Concretamente, tres textos son especialmente importantes para los vidrieros.
La Lucha contra la contaminación atmosférica
En la Directiva del Consejo nº 84/360/CEE del 28 de junio de 1984 se exponen las obligaciones y los procedimientos para evitar o reducir la contaminación de las instalaciones industriales. Los procedimientos se establecen en base al procedimiento de autorización y a la noción de la mejor tecnología disponible que no implique un coste excesivo.
Envases y residuos de envalaje
En este caso, será la Directiva 94/62/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 20 de diciembre de 1994 quien establezca las prioridades en relación a la reutilización, el reciclado, la valorización (energética) y el vertido. Objetivos como la recolección y el reciclado se han convertido en piezas clave para el buen desarrollo e implementación de acciones en defensa del medio ambiente.
Combatir el efecto invernadero
Por otro lado, el proyecto de Directiva del Consejo, en relación a las emisiones de CO2 ha establecido una tasa límite, tratando de reducir los niveles hasta los establecidos en la última década del siglo XX.
Producción artesanal
Otra forma de mantener una actitud ecológica en el sector de los vidrios es llevar a cabo una revisión de las técnicas más antiguas y tradicionales, sin descuidar la innovación en los diseños. Cabe destacar la utilización de materiales respetuosos con el medio ambiente para la mayoría de sus procesos productivos. Del mismo modo, los colores son originados a partir de pigmentos orgánicos y son transportados en el interior de embalajes fabricados a partir de cartón reciclado.
En este modelo de producción cabe el uso del vidrio reciclado, que además de suponer una mayor eficiencia energética y contribuir activamente en la disminución de CO2 emitida a la atmósfera, permite el desarrollo sostenible al que todo sector aspira en la actualidad.