Entrevista a un Arquitecto descalzo

Entrevista a un Arquitecto descalzo 1Desde su Instituto de Tecnología Intuitiva y Bio-Arquitectura (TIBÁ), este arquitecto trabaja en dar
soluciones sencillas, prácticas y, sobre todo, comprensibles, a los problemas de la superpoblación y la miseria en las fabelas y otras zonas desfavorecidas de Brasil.
Para los que llevan años en la Bioconstrucción ha habido libros que sirvieron para abrir este nuevo camino. Títulos como la Casa Autoconstruida de Ken Kern, Cobijo, La Casa Autosuficiente de Brenda y Robert Vale y el Manual del Arquitecto Descalzo que ha servido de guía para muchos y, aún hoy, pocos los han superado.
Johan van Lengen, autor de este último, holandés, pero instalado en Brasil desde los años 70, es un experto conocedor de las construcciones tradicionales. Con su socio, Valdo Felinto, también arquitecto, crearon en el 81 el Instituto de Tecnologia Intuitiva e Bio-Árquitectura (TIBÁ) instalado en una antigua hacienda de 20 hectáreas en Friburgo, estado de Río. Anteriormente, desde 1977, trabajó para la ONU, realizando investigaciones antropológicas con indígenas.
Este encuentro lo tuvimos en Barcelona, mientras participaba en el 1er Congreso de la Bioconstruccción.
Tu libro del Arquitecto Descalzo, ha sido una guía para muchas personas, sobre todo para arquitectos jóvenes que empezaban la carrera y que se daban cuenta de que lo que habían estudiado no servía para nada. ¿Qué significó para ti escribir este libro?
Todo comenzó porque trabajaba con gente que vivía en chabolas, a las que les explicaba formas de reconstruir sus casas, purificar y reconducir el agua… Muchas veces les dejaba unos simples dibujos, así que, estando en México, pensé que sería mejor hacer un libro. El problema vino porque, como trabajaba en la ONU, no tenía tiempo, además las órdenes eran que no podíamos dar ningún tipo de consejo, sólo observar. Así que tuve que esperar algún tiempo antes de comenzar el Manual del Arquitecto Descalzo.
Que ha significado el alcance que ha tenido el manual, pues personas de varios continentes y cultura lo han utilizado y lo utilizan.
Johan: A veces personas de diferentes lugares me comentan: “Tengo un tío que se hizo una casa con este libro”. Estas cosas me gustan.
¿Cómo surgió la idea de crear el TIBÁ?
 Fue a la vuelta de un viaje de Alemania, en el 87, donde había asistido a un congreso sobre arquitectura. Mi mujer me llevó a una “hacienda” medio abandonada a 300 km. de Río, que había descubierto mientras asistía a un curso de astrología. Me gustó el lugar y pensé en la posibilidad de crear allí un lugar de trabajo para desarrollar nuestras ideas. Hicimos un par de pesquisas y a las dos semanas estábamos firmando, como lo ves pura inspiración. Además, tuvimos mucha suerte, pues disponíamos de algo de dinero de la venta de nuestra casa. Así que pudimos comenzar a trabajar con los estudiantes.
Es un centro donde los alumnos van a aprender una manera diferente de “construir”.
Cuando empezamos, tenía dos direcciones. Una dirección era la divulgación de técnicas, y la otra era la investigación, con la idea de ser un modelo simplificado. Pero después de algunos años, en los que tuvimos éxito, introduciendo, por ejemplo, techos de grama viva, descubriendo otra manera de hacer placas de fibrocemento, y algunos otros temas más, descubrimos que no era suficiente. Nos dimos cuenta que también teníamos que mirar dentro. Y además el segundo año llegó Waldo, arquitecto que quería participar de todo ésto.
Ahora, no hablo de tecnología, hablo de otras cosas como que cada uno deberá hacer cambios en su modo de ver la realidad. Para ello comenzamos a trabajar con lo espiritual y con la meditación aprendemos como cambiar la forma de ver la realidad.
Primero cambiar lo de dentro para poder cambiar lo de fuera.
Es natural, porque si el cambio debe ser desde dentro de la persona. Las nubes cambian. Y si es así las cosas van con mucho más entusiasmo.
Has trabajado, dime si me equivoco, en que esa arquitectura se acerque a la gente pobre. ¿Este trabajo es quizás de los más importantes?.
Claro, pero existe ese problema del que ya hablé, la gente de clase baja mira a la clase media para imitarla, porque quiere llegar a ese nivel y si la clase media está usando bloques de hormigón, quiere bloques de hormigón.
La gente prefiere vivir miserablemente para un día comprar cien bloques para construir otra parte de la pared y estar otros tantos años así.
Una historia interesante que ocurrió en Ciudad de México donde Claudio, arquitecto, convenció al dueño de uno de los periódicos más importantes de la ciudad de construir su casa de fin de semana con adobe. De ésto hace unos treinta años y ahora Caiacaoan, que así se llama la localidad, es toda de adobe, porque la gente ve una familia con casa de adobe, con coche, piscina, y entonces tienen que hacer la suya de adobe.
He visto muchas veces, en lugares tropicales, donde eliminan los techos de paja y ponen onduline de chapa metálica, y es entonces cuando la gente se cuece, literalmente, pues la chapa se calienta. Pero piensan que eso es el progreso, eso es el futuro y que es un material que no se destruye. En cambio la paja la tienen que cambiar cada dos o tres años. ¿Como cambia esta mentalidad de querer poner materiales modernos que luego no tienen la función esperada?.
Estaba en una región, en el Estado de Vera Cruz, entré en una aldea donde habia muchas casas de paja y algunas contaban con techos de más de cinco años. Estos techos, y dependiendo de factores como el viento y la lluvia, pueden llegar a durar más de 15 años. Entonces vi una casa en construcción, fui allí y pregunté porqué usaban paja, y me contestaron que la usaban porque no tenían otra materia prima, porque los ganaderos, con su prepotencia, cogían las tierras indígenas y no disponían de otro material.
En otro poblado, donde colocaban un techo de metal, les pedí porque habían elegido ese material. Me contestaron que era más rápido de construir y es verdad, y pregunté, pero las lluvias, el ruido y el sol penetra. Me contestaron que no, e intuí que no era la historia real.
Caminé un poco, la mayoría de estas gentes ni siquiera hablaban el español, pregunté a varias personas y encontré una que me dijo “mira, aquí la gente tiene peleas, discusiones, entre familias, con vecinos, y ocurre que normalmente el sábado por la noche salen del bar con mucho pulque2 y llegan a casa del vecino donde las mujeres están discutiendo, entonces abren una caja de cerillas y prende fuego al techo de paja”. Esta era la costumbre hasta que llegó el techo de cinc.
¿De dónde proceden los fondos para los proyectos de construcción social?. ¿Son los propios campesinos que se organizan, o son fondos de organizaciones europeas o programas de la ONU?
Cuando empezamos teníamos el apoyo de Fundaciones de Holanda, y estuvimos así durante algunos años. Todo lo hacíamos nosotros, incluso hartarse de escribir cartas a las Fundaciones. Ahora es diferente y por necesidad estamos organizándonos, incluyendo más personal. Así Waldo y yo tenemos más tiempo para dedicarnos a la enseñanza mas directa.
Por el centro TIBÁ -que en el idioma tipi quiere decir “lugar de encuentro”- ya han pasado miles de estudiantes que descubren otra forma de ver la construcción y la relación del hombre con este acto de creación.
1 Chabolas.
2 Bebida alcohólica extraída de un cactus.
Más información: TIBÁ Instituto de Tecnologia Intuitiva e Bio-Arquitectura
Rua Roquete Pinto 20 A. 22291-210 Río de Janeiro RJ. Brasil
Tel (55 21) 22445930
tel/fax (55 21) 2274-1762
E mail: tiba@tiba.org.br
Web: www.tibarose.com

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Entrevista a un Arquitecto descalzo 2Pueden descargar el libro Manual del arquitecto descalzo y otros libros similares en nuestra Biblioteca

 Vía: ecohabitar

0 comentarios en “Entrevista a un Arquitecto descalzo”

  1. un documental esclarecedor, un arquitecto de vanguardia!!! no se lo pierdan , tiene una cantidad de propuestas fascinantes
    luis

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