No hay nada como la sensación de empezar tu propio huerto. Es el comienzo de un emocionante viaje que te recompensa a ti y a todo lo que te rodea. El poder hacer crecer nuestra propia comida es algo maravilloso, además nos permite saber que es lo que comemos, ahorrar mucha huella de carbono y obtener alimentos de calidad por muy buen precio a veces casi por nada.
Una de las cosas más importantes que debemos saber al comenzar un huerto es que se cometerán errores, no importa cuántos libros y sitios web leamos. Sin embargo, no temas, pues esto te convertirá en un mejor hortelano.
Nada es mejor que la experiencia. Sin embargo, es bueno que el jardinero novato trate de minimizar los errores más fácilmente evitables.
Y a continuación les dejo una recopilación de años de experiencia con los más típicos y como hacer para no caer en ellos.
Plantar demasiado.
Lo mejor es empezar de a poco y con aquello que nos gusta comer, Esto nos permite familiarizarnos con el acto básico de la jardinería y cuánto trabajo requiere. Comenzar solo con unos pocos tipos de vegetales y año a año ir agregando más. Plantar tomates, pimientos, pepinos y judías verdes son bastante fáciles para el jardinero novato. La col rizada y las hojas verdes son buenas y fáciles de cultivar durante el invierno. A las zanahorias también les encanta el clima frío y solo necesitan tierra bien suelta para poder crecer en condiciones.
En nuestra entrada 11 plantas que crecen rápido para el huerto, encontraras las más fáciles y rápidas de plantar, pero recuerda planta solo aquello que te gusta comer, te hará más fácil la tarea y aprovecharas más la cosecha.
La luz solar.
Las plantas vegetales requieren al menos seis horas de luz solar directa para desarrollarse. Las verduras de verano como los tomates y los pimientos son especialmente exigentes con el sol. Los cultivos de estación fría son un poco más tolerantes a la sombra, siendo la lechuga quizás la más tolerante a la sombra. Esto también depende del clima. En los lugares de mucho calor, la sombra de la tarde es realmente bienvenida. Es importante ver que el sitio tenga una buena exposición al astro rey y si es demasiada crear elementos que propicien sombre hacia la tarde.
Sabías que un aumento de sólo el 5% de materia orgánica, cuadruplica la capacidad del suelo para almacenar agua.
Mala preparación del suelo.
El suelo es quizás el aspecto más crítico de un huerto. Debe ser profundo, suelto y rico en nutrientes. Incorporar abundante materia orgánica en forma de compost o estiércol bien podrido es la mejor manera de modificar el suelo y mantenerlo sano.
El suelo duro y compacto debe ser labrado o torneado. Una cama elevada es el acercamiento ideal a un buen suelo para pequeños jardines.
Lo mejor que he probado lo pueden ver en: 8 bancales elevados para el huerto.
Plantando en el momento equivocado.
Muchos cultivos tienen una de siembra realmente corta, conocer el cuando es mejor plantarlos es lo ideal. Plantar los pepinos demasiado pronto por ejemplo puede dejarlos expuestos a las heladas. Plantar el brócoli demasiado tarde (en primavera) y se desbocará (florecerá) con el clima caluroso. Tenemos que asegurarnos de consultar sobre las mejores épocas de siembra en cada sitio, la mejor forma son los vecinos y costumbre locales, pregunta y al igual consigues que te regalen algunas de sus semillas.
Espacio inadecuado entre las plantas.
El espaciamiento es crucial para permitir que las plantas se desarrollen completamente y para permitir que haya mucha luz solar y flujo de aire (importante para la prevención de enfermedades). A pesar de que las plántulas puedan parecernos pequeñas, se harán mucho más grandes para el momento en que estén produciendo. Cuando se siembran cosas como zanahorias, es importante hacer un aclarado luego y quitar las más pequeñas para dejar espacio para las otras.
Riego inadecuado.
La cantidad de riego necesaria variará dependiendo de las condiciones del suelo y del clima. El suelo de un buen jardín permanece húmedo pero bien drenado.
Las semillas y plántulas pequeñas necesitan ser regadas por lo menos una vez al día para mantener el suelo húmedo, pero no inundado. Para plantas establecidas, deje secar la parte superior de la tierra entre riego y riego. Regar en exceso puede ser tan malo como regar bajo el agua.
Siempre recuerda sobre todo en epoca estival regar o muy temprano en la mañan o última hora de la tarde.
Pasarse con el Fertilizante.
La forma más importante de “alimentar a las plantas” es alimentar el suelo con materia orgánica. Esto crea un micro ecosistema natural que enriquece el suelo.
Aplicando demasiado fertilizante químico causará un crecimiento verde exuberante con poca o ninguna fruta. De hecho yo jamás aplicaría este tipo de fertilizantes a mis cultivos.
Los fertilizantes orgánicos son mejores porque deben ser descompuestos por microorganismos para estar disponibles para la planta, moderando la liberación de nutrientes, lo ideal usar hummus de lombriz, lixiviados, compost, estiércol y demás muchos lo hemos visto aquí en ecocosas.
Espero les haya justado esta mini guía y no olvides de mirar toda la info que tenemos en nuestra página de Agroecolgía.
Me interesa lo que hacen, quiero participar.
Grcs Raul ,x el aporte al projimo , con este pasaje de informacion , x tu tiempo y dedicacion , aprendemos mucho y sirve de motivacion y en consecuencia mejoramos la calidad de vida, dedicandonos a sembrar, cultivar produciendo nuestro alimento como una forma de amor que damos a nuestra familia.