Cuidamos mucho nuestro cuerpo. Realizamos deporte, pensamos bien en lo que ingerimos y nos realizamos de vez en cuando algún tratamiento para que nuestra piel luzca mejor. No obstante, quizá también deberíamos incluir rutinas de belleza mucho más saludables. Esto pasa por incorporar productos más amables con nuestra piel. Hay que recordar que, según estudios, nuestra piel absorbe alrededor de dos kilos y medio de tóxicos al año. No solo a través de factores externos, también con la cosmética industrial; y es que esta cosmética cuenta, entre otros, con ingredientes tóxicos que además de perjudicar a largo plazo nuestra piel, también perjudican el medio ambiente. Por este motivo, usar cosmética natural podría suponer un gran paso para cuidar nuestra piel.
¿Qué es la cosmética natural?
Entendemos como cosmética natural a todos aquellos productos cosméticos que cuentan con principios activos que vienen directamente de las plantas, flores o minerales. Son productos cuya elaboración y formulación respetan tanto al medio ambiente como a la piel en la que se aplica.
No usan ingredientes químicos o sintéticos, por lo que no alteran nuestra piel y son completamente sostenibles. Además, estos principios activos son extraídos siempre teniendo en cuenta los ciclos de la naturaleza.
¿Cuáles son los beneficios de la cosmética natural?
Si nos fijamos en los beneficios de la cosmética natural, podemos encontrar que los productos naturales, como los que podemos encontrar en Jardín del Hammam, cuidan, regeneran y aportan varios beneficios extra.
Mayor eficacia
Podemos decir que la cosmética natural cuenta con mayor eficacia a largo plazo que la cosmética industrial. Esto es debido a que no usan ingredientes tóxicos. Por tanto, la piel absorberá mucho mejor los principios activos al no tener que protegerse de esos ingredientes tóxicos.
Efectos más duraderos
No será lo mismo usar un aceite derivado del petróleo que usar un aceite de almendras. Si aplicamos a nuestra piel un producto repleto de principios activos, esta reaccionará positivamente. Esto sucede porque los principios que se usan en la formulación de la cosmética natural, tienen una función específica, siendo así los resultados más rápidos y mucho más duraderos en el tiempo.
Apto para todo tipo de pieles
La cosmética industrial muchas veces afecta de forma negativa a las pieles más sensibles. Esto no sucede con la cosmética natural. Al eliminar los ingredientes químicos, también eliminamos los efectos secundarios como las alergias o el enrojecimiento de la piel. Fórmulas naturales que tratan mucho mejor nuestra dermis.
Poros sin obstrucción
¿Sabías que en muchas ocasiones los productos industriales obstruyen tus poros? Esto tampoco sucede con la cosmética natural; y es que las pieles la toleran mejor y hacen que se absorba de una forma más rápida. No se obstruyen los poros y la piel está mucho más permeable y más activa.
Sin conservantes
La cosmética natural tampoco usa conservantes ni aditivos. Un cosmético natural es lo más parecido a un manto lipídico de tu piel. La forma más natural de cuidar cada parte de tu cuerpo alejando por completo los componentes tóxicos.
Respetuosos con el medio ambiente
Por último, recuerda que la cosmética natural no genera ningún tipo de desecho químico que pueda afectar a la naturaleza. Esto hace que sea la opción más sostenible y que más nos ayuda a cuidar de nuestro propio planeta.