Se puede decir que tener un frigorífico es una necesidad, no un lujo. Casi todos los hogares tienen un frigorífico, y algunos incluso tienen dos o más.
Así que, con tantas neveras en este mundo, es lógico preguntarse por su eficiencia y más en los tiempos que corren. Dado que un frigorífico tiene que estar encendido todo el tiempo, tiene que ser eficiente energéticamente y contribuir a que el hogar sea más ecológico.
La nevera es uno de los electrodomésticos que más consumen en el hogar, así que veremos una serie de consejos generales para un uso más óptimo, así como también que cosas debemos ver en el diseño del mismo al momento de buscar un nuevo frigorífico.
Qué frigorífico comprar
Si tenemos un modelo antiguo, de más de diez años, una opción lógica es cambiarlo por uno más moderno y eficiente.
No sin antes pensar como reciclar o llevar a un punto limpio nuestro viejo artefacto.
Existen de muchas formas, capacidades y características a tener en cuenta, puede ser desde un frigorífico integrable 1 puerta a los americanos de gran volumen con sus dos puertas, por ejemplo.
Por eso lo importante es buscar aquel que se adapte mejor a nuestras necesidades.
Cuanto más pequeño suelen gastar menos, igualmente hay que fijarse en la etiqueta energética, ya que allí no solo tenemos una escala con letras que nos indica que tan eficiente es, sino que nos dice directamente su consumo anual y la capacidad del mismo, datos fundamentales para realizar la elección adecuada.
También existen los llamados frigoríficos inteligentes con los cuales podemos saber el contenido y evitar abrir la puerta para no perder frío, por ejemplo, o saber qué cosas tenemos que comprar o están por caducar.
Cómo ahorrar energía en el uso de la nevera
Hay algunos consejos sencillos para mantener un frigorífico lo más eficiente posible desde el punto de vista energético, lo que le permitirá ahorrar en sus facturas y reducir las emisiones de carbono. Un buen mantenimiento también debería aumentar la vida útil del aparato.
Temperatura alrededor del frigorífico
Un frigorífico o congelador necesita eliminar el calor para mantenerse fresco. Por eso, si el espacio en el que se encuentra es demasiado cálido, tendrá que trabajar más. Aparte de la edad del frigorífico, se ha comprobado que la temperatura ambiente es el principal factor que afecta al consumo de energía. Lo ideal es que la habitación esté a menos de 19 °C. También puedes facilitar la evacuación del calor de tu nevera (y hacerla más segura) si mantienes la parte trasera a 10 cm de la pared, y la vía de escape de aire por encima sin que esté obstruida por objetos almacenados o estantes.
Temperatura en el interior del frigorífico
Siempre es bueno comprobar también la temperatura del interior del aparato. Un termómetro de nevera te ayudará a mantenerla a unos 5 °C (los congeladores deben estar a -18 °C). Los frigoríficos deben encenderse y apagarse para mantener la temperatura correcta. Si notas que el tuyo hace ruido continuamente, puede necesitar una reparación que te ahorre tener que comprar uno nuevo. Las juntas de las puertas también deben mantenerse y pueden sustituirse si se desgastan y ya no mantienen el frigorífico bien cerrado.
Descongelado de la nevera
Dejar que se acumule el hielo disminuye la eficacia de un frigorífico o congelador. Los aparatos de autodescongelación han progresado y la descongelación “pasiva” es más eficiente que la “eléctrica”. La mayoría de los congeladores nuevos se autodescongelan, pero si el tuyo no lo hace, debes apagarlo para descongelarlo cada 6-12 meses. Esto es bastante complicado, así que prepárate y ten paciencia: no cortes el hielo o puedes dañar el congelador y arriesgarte a que se produzcan fugas de refrigerante, que probablemente sean inflamables.
El orificio de drenaje del interior del frigorífico, situado en la parte trasera, también debe mantenerse despejado, ya que si se obstruye puede hacer que el compresor consuma más energía.
Uso diario del frigorífico
Lo ideal es dejar que los alimentos calientes o templados se enfríen antes de meterlos en el frigorífico. Puede ser difícil controlar la cantidad de veces que se abre el frigorífico en función del tamaño de tu casa, pero al menos puedes no dejar la puerta abierta más tiempo del necesario.