Regalos de empresa, personalizados y sostenibles

Qué la salud del planeta está desde hace décadas en rojo, no es ninguna novedad. El cambio climático es una realidad que tan sólo unos pocos ingenuos se niegan a reconocer, y la contaminación de las aguas y el exceso de plásticos están llegando a unos límites alarmantes e insostenibles.

Es por este motivo que cada vez son más las empresas que buscan la manera de remediar esto. Un ejemplo claro son los regalos publicitarios y personalizados sostenibles que las empresas dan a clientes y empleados para contribuir lo menos posible a la devastación ecológica.

Se trata de regalos hechos de materiales reciclados y reciclables, creados con productos ecológicos.

Regalos publicitarios ecológicos

Entre los regalos típicos de empresa suele abundar el uso de plásticos y otros materiales insostenibles. Es por eso que las bolsas publicitarias de algodón se han vuelto una parte indispensable de las “cestas” de regalos.

El motivo principal es que una bolsa de algodón, a diferencia de las típicas bolsas de asas de plástico, están hechas de un producto mucho más respetuoso con el medio ambiente. Además, lejos de ser un producto “de usar y tirar” las bolsas de algodón pueden utilizarse por tiempo indeterminado, ya que, en el caso de las bolsas, el material es a largo plazo mucho más resistente que el plástico.

Este producto, con el logo de nuestra empresa estampado, se vuelve una publicidad en sí misma, por lo que se han vuelto cada vez más presentes en las ferias y congresos de muchos sectores comerciales.

Existen bolsas de algodón de diferentes colores, con distintos tamaños y de variadas dimensiones de asas.

Además de las bolsas de algodón, se pueden conseguir también bolsas creadas con materiales como lona, yute, papel y corcho, entre otros materiales biodegradables, o hechas de rPET, es decir, creadas completamente de materias recicladas.

Otro de los regalos de empresa cada vez más utilizados son los bolígrafos ecológicos para publicidad, disponibles en diferentes materiales reciclados y reciclables como madera de pino, bambú, cartón, papel o corcho.

Además de las bolsas y los bolígrafos, también las tazas y las botellas reutilizables son una fuente de difusión de la empresa, sin dejar de ser respetuosas con el medio ambiente.

El mejor mensaje

Se dice que la mejor prédica es el hecho. Por eso, algunas compañías como por ejemplo la empresa Mapfre, han optado por abandonar el uso de materiales desechables.

En este caso concreto, la aseguradora ha decidido abastecer a todos los empleados de sus oficinas de España con botellas de cristal personalizadas.

Esta acción tiene como objetivo de empresa el contribuir lo menos posible con el deterioro ambiental. No es de extrañar, Mapfre es la única aseguradora española encargada de evaluar el impacto del cambio climático en el ecosistema junto a la agencia de las Naciones Unidas (ONU).

¿Qué otras medidas podrían adoptar las empresas?

Además de recurrir a los materiales ecológicos para la sus regalos publicitarios y comerciales, o la reducción del consumo de plástico en sus propios locales u oficinas, otras medidas que podrían tomar las empresas para reducir el impacto medioambiental se encuentra en la manera de cómo realizan muchas de las actividades las actividades cotidianas en el propio lugar de trabajo y en desplazamiento al mismo.

Iluminación. Aprovechar la luz solar siempre que sea posible es una buena manera de optimizar recursos y generar menos residuos. Además, es cada vez más accesible instalar placas solares destinadas a la iluminación.

Calefacción. No es necesario que en las oficinas se pueda ir en camiseta todo el año, sino que se debe mantener una temperatura óptima sin pasar frío, pero sin exagerar. Por otro lado, las ventanas y el sistema de calefacción deben revisarse periódicamente. Teniendo en cuenta que el calor se mantiene incluso después de que se apague el sistema completo, no es necesario esperar a que se vaya la última persona para desconectarlo. Con apagarlo media hora antes de que se vaya la última persona conseguiremos un enorme ahorro.

Aire acondicionado. De igual manera que con la calefacción en invierno, en verano no es necesario que la oficina sea una nevera.

Materiales y equipos de oficina. La mayoría de los residuos de las oficinas son papel y cartón. Es necesario utilizar el papel por ambas caras siempre que sea posible. Otra manera de ahorrar recursos es instalar salvapantallas en el ordenador, así como apagar los equipos que no se estén utilizando.

Traslados. Es muy común que las personas que trabajan lejos de su vivienda utilicen su propio medio de transporte, ya sea coche o moto. Pero es insostenible. Las empresas deben fomentar el uso de transporte público, la bicicleta o el coche compartido. En algunos países, como en Holanda o Francia, para fomentar el cambio de paradigma con respecto al transporte, las empresas pagan un plus a los empleados que se dirigen al trabajo en bicicleta.

Lavabos. Los grifos con sensores o con botón temporizador ahorran gran cantidad de agua.

¿Cuáles son los problemas más graves del uso del plástico?

Actualmente casi todo lo que consumimos, ya sean alimentos, ropa o accesorios de cualquier tipo, vienen envueltos en plástico. Y las micropartículas del plástico son muy dañinas.

En la actualidad, se cree que muchos tipos de cáncer pueden tener una relación más o menos directa con el omnipresente plástico.

Por si fuera poco, cada vez son más las especies animales que se ven afectadas por este “mar de plástico” que nos rodea. Incluso en el lugar más remoto donde ha llegado el humano del fondo marino se han encontrado restos de éste.

Esta situación ha llevado a la propia ONU a tomar cartas en el asunto, y junto a su Asamblea del Medio Ambiente adoptaron, a finales de 2017, una meta de emergencia para controlar las toneladas de plástico que van a parar a los océanos.

Lo mismo opina la Unión Europea, que se ha propuesto invertir muchos más recursos en la obtención de alternativas a este material, así como en el objetivo (votado en 2018) de prohibir completamente para 2021 los plásticos de un solo uso, como los platos, los cubiertos, las pajitas y bastoncillos de las orejas.