¿Es realmente la copa menstrual la mejor opción para cuidar el medio ambiente?
Hoy en día existen varios productos para el periodo que son respetuosos con el medioambiente, como las compresas reutilizables, los tampones reutilizables, la ropa interior para el periodo y las copas menstruales.
Y quizás hoy sea más relevante que nunca pensar en el impacto que tienen estos en el medioambiente.
Una persona utiliza aproximadamente 11.000 compresas y/o tampones desechables a lo largo de su vida.
Si se multiplica esta cifra por todas las mujeres del planeta que tienen la regla, se obtiene una cantidad considerable de residuos.
Aunque los productos en sí contribuyen en gran medida al problema, también debemos tener en cuenta el ciclo de vida de los productos.
En primer lugar, tenemos la extracción de la materia prima, que implica la producción de algodón (un proceso que requiere mucha agua; el algodón se considera uno de los “cultivos más sedientos” del mundo, ya que requiere seis pintas de agua para cultivar un solo brote) y la mayoría utiliza algodón no orgánico, que ha sido saturado en pesticidas e insecticidas.
En segundo lugar, la mayoría de las compresas contienen plástico de polietileno (el adhesivo que se utiliza para que la compresa se pegue a la ropa interior), que es un contaminante perjudicial para el medio ambiente.
La mayoría de los tampones contienen sustancias químicas como dioxina, cloro y otras. Mientras los productos permanecen en los vertederos, estas sustancias químicas son absorbidas por la tierra y se liberan como contaminación en las aguas subterráneas y el aire.
La copa menstrual: una alternativa más ecológica
A diferencia de los productos menstruales desechables, la copa menstrual es reutilizable durante años y tiene un impacto mínimo en el medio ambiente en comparación con los tampones y las compresas.
La vida útil de la copa supone un ahorro potencial para el medio ambiente de los residuos de envases y materiales de más de 2.400 compresas o tampones por usuaria.
Para ponerlo en contexto, una copa menstrual ahorrará al medio ambiente el equivalente a un camión de residuos en tan solo 10 años por cada mujer que se pase a la copa.
Se trata de una solución bastante respetuosa con el medio ambiente si se compara con las alternativas convencionales que existen actualmente en el mercado e incluso si se compara con otras soluciones reutilizables basadas en tejidos que duran menos.
¿Son las copas menstruales tan ecológicas como se dice?
Las copas menstruales son, de hecho, unas de las alternativas más ecológicas.
La silicona es un ingrediente bastante ecológico en sí por raro que suene. Este material es un derivado de la sílice, un tipo de arena, que a medida que se degrada, vuelve lentamente a su estado original; es el segundo mineral más abundante en la corteza terrestre y no es peligroso para el medio ambiente.
Su vida útil es bastante prolongada, es un material que no causa en general alergias ni otros problemas.
Al recoger el sangrado permite incluso poder aportar este al compost con lo cual obtenemos un beneficio ecológico más, gasta menos agua en su lavado que otros productos eco para la menstruación como las compresas reutilizables o los calzones.
Y tú que piensas al respecto, les leo en los comentarios.