En un mundo con una población creciente ya no basta con que los alimentos sean seguros y nutritivos, sino que a su vez entra el factor sostenibilidad más fuerte que nunca.
La alimentación en toda su cadena de producción, distribución y consumo es una de las más importantes fuentes de consumo de energía, genera desperdicios e incluso mucha comida termina convirtiéndose en basura en el proceso, por eso es importante mejorar esta realidad.
Esto es algo que Clubcampos entendió hace ya 100 años, la importancia de poder llevar un producto noble que alimente, que pueda perdurar en el tiempo y que se pueda llevar nuevamente al año siguiente a nuestros hogares.
Pero al día de hoy el compromiso es mucho mayor, no solo se busca la sostenibilidad en la pesca, estableciendo vedas, parámetros de tamaño y temporadas para asegurar la permanencia del recurso, es algo que va mucho más allá, también se establece la importancia de la sostenibilidad en la fabricación de la conserva, donde se apuesta por la energía solar para la obtención de energía, entre otras medidas.
También trabajan en promover prácticas medioambientales en el hogar, sobre todo con el enfoque de la conservación de los océanos, como seres terrestres parecemos olvidar, que la mayor parte del planeta y de la vida está en los océanos y si no preservamos los mismos y seguimos tratándolos como un basurero tarde o temprano nos afectara a nosotros mismos.
Certificar la sostenibilidad
Este es un paso importante, ya que los estándares de muchas de estas certificaciones son altos y es una especie de garantía para el consumidor de que la cosa se está haciendo como es debido.
Campos cuenta con la certificación MSC la cual avala que no se usan malas prácticas y se trata de conservar la especie con la que se trabaja, así como las demás presentes en el ecosistema.
Porque en muchos sistemas el problema más grande es que al pescar un tipo de pez se descartan otros que terminan siendo devueltos muertos o en malas condiciones al mar, esto ocurre sobre todo por el uso de los sistemas de arrastre que están vetados por este tipo de certificaciones.
En definitiva, este tipo de certificación en sostenibilidad está hecha para evitar la sobrepesca, y que se dejen suficientes peces en el mar para su futura reproducción y renovación, manteniendo así la salud y productividad del ecosistema marino.
Está implícito el respeto a la estructura, la función y diversidad de los ecosistemas y hábitats marinos, el minimizar los impactos sobre otras especies, con un especial cuidado hacia aquellas protegidas o amenazadas.
También posee el sello APR de Aenor que certifica que usan solamente atún de pesca responsable. Y no solo sellos, la empresa ha obtenido reconocimientos varios por sus logros en materias de sostenibilidad como el diploma CET de la Unesco.
Es por esto que como muchas veces ya he dicho lo más importante a la hora de ver un alimento no es tanto el alimento en si sino como fue producido.
Hay alimentos que pueden sonar muy ecológicos, pero no lo son y otros que pueden parecer lo contrario cuando si lo son, e incluso un mismo alimento puede ser o no sostenible dependiendo de la forma en la que se produjo.
Empresas como Campos con más de cien años pescando, procesado y envasando productos de calidad son toda una garantía en este aspecto.