Seamos claros, somos grandes consumidores de papel higiénico. Cada año utilizamos rollos y rollos de este producto y cortamos casi 300.000 árboles para hacerlos.
Pero eso no es todo, ¿sabías que el papel higiénico causa más daño al medio ambiente que un SUV? Hecho de madera, el papel higiénico está destruyendo los bosques e influyendo significativamente en el cambio climático.
Esto se desprende de un nuevo informe del Natural Resources Defense Council (NRDC) y Stand.earth titulado “The Issue with Tissue”, que argumenta que muchos fabricantes de papel higiénico, como Procter & Gamble, Kimberly-Clark y Georgia Pacific, utilizan madera de los bosques boreales de Canadá en lugar de material reciclado en su papel higiénico.
Los mayores consumidores de papel higiénico del mundo (medido en número de rollos per cápita) son los Estados Unidos, seguidos por Alemania y el Reino Unido.
“La mayoría de los estadounidenses probablemente no saben que el papel higiénico que tiran proviene de bosques viejos y que la eliminación de estos árboles es una grave pérdida para el planeta”, dijo Anthony Swift, director del Proyecto Canadá del NRDC en una declaración.
Debemos señalar que en Europa, el 40 por ciento del papel higiénico se produce a partir de materiales reciclados, lo que no es el caso de Estados Unidos, donde el 98 por ciento de los consumidores prefieren el papel higiénico natural y caro, producido directamente a partir de árboles de la selva virgen.
Específicamente, en promedio, cada estadounidense utiliza tres rollos de papel higiénico cada semana (12 kilos por año), lo que significa que los Estados Unidos, que representan sólo el 4% de la población mundial, es responsable del 20% del consumo total de este material. ¿Y qué significa eso? No sólo la deforestación, sino también la liberación a la atmósfera de gases tóxicos para el procesamiento del producto, la pérdida de especies y la contaminación del agua.
Canadá ocupa el tercer lugar a nivel mundial en términos de pérdida de bosques vírgenes, detrás de Rusia y Brasil, con un 15% de la pérdida de bosques vírgenes en el mundo entre 2000 y 2013.
¿Cómo se hace el papel higiénico?
Las empresas utilizan diferentes ingredientes para producir papel higiénico, pero el ingrediente principal es la pulpa de madera, que también se puede hacer de paja o bambú, aunque se utiliza fibra de madera virgen.
La fibra virgen es “ecológicamente destructiva” según el RCC. Puede provenir de abetos, coníferas en general, y debe trabajarse con un proceso químico que requiere un alto gasto energético, sin tener en cuenta que para blanquear, la fibra debe sufrir una decoloración siempre química y con tóxicos como las dioxinas.
En resumen: la fabricación de papel higiénico 100% fibra virgen genera una cantidad de carbono tres veces mayor que la producida por otros tipos de pulpa”, según los informes de NRDC y Stand.earth. Y la producción de un solo rollo de papel higiénico también utiliza 37 litros de agua, por no mencionar que el transporte del papel también implica la emisión de gases de efecto invernadero.
Marcas americanas sostenibles y cuáles NO
Los informes de RCC y Stand.earth obtuvieron puntuaciones basadas en la sostenibilidad de los productos:
Las marcas que no utilizan material reciclado son: Charmin Ultra, Quilted Northern, Kirkland, Up & Up Soft y Strong y Angel Soft.
Los que usan poco material reciclado lo son: Scott 1000, Scott Comfort Plus, Cottonelle Ultra y Trader Joe’s Super Soft Bath.
Mientras que las marcas promovidas fueron: Everyday Value, Earth’s First, Natural Value, Green Forest, Seventh Generation y Trader Joe’s Bath Tissue.
Según el informe, el peor resultado sería el de Procter & Gamble, que, según un portavoz, promete reducir el uso de fibra virgen para 2025.
¿Qué podemos hacer?
En resumen, como no podemos prescindir del papel higiénico, pero al menos podemos intentar elegir el producto más sostenible posible, producido mediante el procesamiento de residuos de papel u otros residuos reciclados.
Además, conociendo su impacto, no podemos permitirnos desperdiciar este producto.
Y finalmente, usar el bidé o la ducha siempre que sea posible también es una buena idea!
El informe completo de RCC y Stand.earth es muy interesante y se puede leer AQUÍ en su totalidad.
El bidé y la ducha no son solo son una excelente idea sino la solución; por lo memos la que menos daño produciría. Tiene una ventaja adicional: evita o controla las hemorroides.
Jamás uso papel higiénico en mi casa, excepto cuando voy a un baño público. No usar el bidet me hace sentir sucia, es una costumbre de pequeña, cuando mis padres no podían gastar tanto dinero, y se los agradezco hasta hoy.
Un interesante artículo, muchas gracias por compartir tanta información útil en esta página. Aun así debo hacer una aclaración. Sí se puede prescindir del papel higiénico. Yo llevo unos 6 meses sin usarlo. Solo debes utilizar, como tú mismo has dicho, el bidé. Además, de no hacer uso de este producto, es mucho más higiénico pues te lavas con agua y de la otra forma simplemente secas. Cogí la idea de Vivir sin plástico.
Bueno el tema es que por ejemplo ahí muchas zonas del planeta donde la escasez de agua hace esto impracticable por ejemplo, el agua y sobre la dulce y potable también es un recurso que hay que cuidar como ves es un tema complejo con muchos punto de vista distintos, si vamos a fijarnos como se hacia en la época de la cavernas lo mejor seria recolectar hojas pero bueno no es para todo el mundo, actualmente como solución universal es usar papel que venga de fibras reutilizadas o de fuentes sostenibles como el bambú o el cañamo.
Coincido contigo Raúl, en cada solución hay costos ambientales o imposibilidades. Usar agua es a veces imposible y quizás pueda afectar el ph corporal en la mucosa si se usa varias veces al día. Lo que puede minimizarse es el impacto limitando la cantidad de uso y con papel de caña de azúcar o de bambú sin blanqueamiento
A eso hay que sumarle que no sea testeado en animales. Qué difícil se hace consumir de manera conciente y responsable !
No creo que el papel higiénico sea testeado en animales, pero si la producción y el blanqueamiento contaminan y usan hectometros de agua la cual es tratada y devuelta a los ríos, y esto afecta a la vida marina en varias formas, pero si ser consumidor consciente es difícil, pero entre más seamos más fácil será ya que las propias empresas si se dan cuenta de que su consumidores cambiamos, no tendrán otra que cambiar también.