Acidificación de los océanos: causas, consecuencias y soluciones de esta huella humana

Qué es la acidificación de los océanos

El proceso de acidificación de los océanos es como se define al descenso del pH de este entorno natural, que es de entre 8.0 y 8.3, y que se considera alcalino. Recordemos que el pH superior a 7 es alcalino mientras que el inferior a 7 es ácido, siendo el pH neutro el que se ubica en torno a 7.

acidificacion de los oceanos

Hay que tener presente que el pH actual es el que permite que la vida en las aguas oceánicas sea viable, ya que las diferentes especies animales y vegetales que habitan los océanos se han adaptado a lo largo de millones de años a estas condiciones.

Causas de la acidificación de los océanos

Las causas de la acidificación del océano y el mar son diversas, siendo la principal de ellas y la más grave la absorción de las aguas oceánicas del dióxido de carbono que producen los seres vivos.

Este es un proceso que se da desde siempre de forma natural y por lo tanto si bien hace aumentar la cantidad de CO₂ en el agua, lo que realmente condiciona es el dióxido de carbono producido por la combustibles fósiles de la industria y el uso para el transporte, y también la deforestación de los bosques, tanto por la tala como por la conversión del suelo forestal en suelo agrícola, esto muchas veces hecho a través de la quema de los bosques, lo que a su vez aumenta la cantidad de CO₂ atmosférico.

Más del 75 % de la emisión de CO₂ proviene de la quema de gas natural, el carbón y el petróleo para la locomoción, la industria (manufacturación, construcción, minería y agricultura), mientras que tan solo el 1% proviene de causas naturales, como los incendios forestales no intencionados y las erupciones volcánicas.

Leer más.. Glaciares, hielos perpetuos… o casi

Cuando las aguas oceánicas absorben el gas, la reacción del CO₂ con moléculas de agua, el H₂O, produce lo que se conoce como ácido carbónico que es lo que acidifica el agua de los océanos. Este ácido carbónico en cantidades bajas no es tóxico, ya que además de darse en la naturaleza, es lo que se hace para crear las bebidas gaseosas o carbonatadas, que si bien no es que sean lo más sano del mundo, no son tóxicas dada la poca cantidad.

Consecuencias de la acidificación de los océanos y los mares

Los océanos actúan como mitigadores del efecto invernadero, ya que absorben buena parte del CO₂ pero dado el aumento en la producción mundial de este gas, la situación está cambiando drásticamente.

Las consecuencias de la acidificación de los océanos se vierte directamente en la vida en las aguas oceánicas, afectando principalmente a la fijación del carbonato de calcio en los esqueletos y caparazones o conchas de especies como los moluscos, los erizos marinos o las estrellas de mar, así como también pone en riesgo los ecosistemas de los arrecifes.

Aumentaría la mortalidad de los crustáceos, que se verían sin posibilidad de sobrevivir en esas condiciones, y la proliferación de algas tóxicas oceánicas.

Al mismo tiempo, esto afectaría a toda la cadena trófica y a la vida animal y humana en general. En la actualidad el CO₂ que existe naturalmente,que se puede apreciar en las zonas volcánicas marítimas, pero si se acumula en can­tidad suficiente, algo que solo ocurre con la actuación humana, el agua marina se vuelve corrosiva.

Leer más.. Ciudades más frescas simplemente plantando árboles

Solución a la acidificación de los océanos

Como sucede con el cambio climático, no es posible revertir completamente la situación, pero hay muchas señales de que si no se coloca un freno de mano a la situación actual, el desastre de por sí irreversible, se verá acelerado, así como las consecuencias imprevisibles..

Por un lado es imposible frenar las más de 30.000 millones de toneladas de CO₂ que los seres humanos generamos al año, y en el hipotético caso de que los seres humanos dejemos de generarlo, incluso a niveles prácticamente nulos (algo imposible, pero es una hipótesis) el propio océano tardaría miles de años en recuperarse a las condiciones previas al boom de la quema de combustibles fósiles, que comenzó con la revolución industrial en 1760 y que se aceleró en la segunda mitad del siglo XX.

No es posible poner parches a una grieta tan grande y profunda. Incluso existen medidas que se podrían tomar artificialmente, como verter cal a los mares para aumentar los niveles de este mineral, pero incluso eso sería imposible dada la cantidad de toneladas de CO₂ generados anualmente y acumulados en la atmósfera y las aguas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *