Una araucaria en el invernadero

Actualmente hace dos años ya que dejamos la bulliciosa pero hermosa Barcelona y nos vinimos con la familia al Sur de Chile, mas precisamente a la Araucanía región que debe su nombre a unos arboles maravillosos y milenarios que solo crecen en esta parte del mundo, se trata de las Araucarias araucanas o Pehuén como las llama su pueblo, unas coníferas de gran porte que crecen en el medio de la cordillera andina y que con sus grandes piñones alimentan desde hace siglo al pueblo Pehuenche , los hombres de la araucaria.
Cuando construimos el primer invernadero con cañas hace dos años hicimos camas calientes con sobras de la cocina entre las cuales había piñones viejos, luego de un tiempo se ponen blandos y ya no son muy ricos para comerlos.
Hace poco me encontraba preparando una nueva siembra de lechugas cuando al quitar unas matas de frutillas (fresas) me encontré con la sorpresa, de alguno de esos piñones viejos que pusimos para hacer la cama caliente, uno había obrado el milagro y se convirtió en una pequeña Araucaria.

Hoy la trasplante ya que el invernadero no es lugar idóneo para una conífera que aunque yo no la veré en vida espero logre alcanzar sus casi 50 metros, son un arboles gigantes y muy productivos pero tardan sus años, por fortuna y gracias a la lucha del pueblo Pehuenche hoy se encuentran protegidas y ya no son explotadas por su madera como antaño.
Cosas que se deben tener en cuenta para trasplantar un árbol:

• Anotar con alguna marca o forma la orientación y plantarlo con la misma orientación.
• Al principio sera necesario regarlo por lo menos las primeras semanas
• Si esta en alguna zona expuesta, poner defensas necesarias para que los animales o personas no puedan dañarle.

Los piñones de Araucaria no son tan sabrosos como los de los pinos mediterráneos pero se puede hacer una buena harina y tiene un alto contenido de carbohidratos la forma tradicional de comerlos es asados o hervidos.

En la actualidad existen Araucarias de mas 3000 años de edad en la zona volcánica donde vivo, la misma forma parte de un territorio nombrado por la Unesco como Reserva de la biosfera «Las Araucarias» ya que es un ecosistema único en el mundo y de gran interés por diversidad de flora y fauna.