Cuando quedé embarazada de Nahuel tenía un trabajo muy demandante, pasaba horas de pie, cargaba y movía bultos, en verano soportaba temperaturas sobre los 40º…; mientras escribo esto me río de mi misma, jajaja las cosas que una aguanta!!
En fín, comenzó mi aventura de ser madre; el inicio de un sin fin de lecturas, investigaciones , conversaciones, etc. Cuando supe que estaba embarazada mi mundo se agitó tanto de felicidad como de preocupación, mil preguntas venían a mi mente…¿como será?, ¿Lo sabré hacer?, ¿Estará bien?…etc. Mil y un cuestionamientos sobre la vida, mi vida y la felicidad se presentan hasta el día de hoy; pero quizás la mayor perdida( o el cambio mas notorio) fue la llegada de la incertidumbre a mi vida…
La primera vez que fui a la ginecóloga y me miró por encima de sus gafas con su cara de conejo, supe que no iba a ser fácil. ” Tendrás que suplementarte” fué lo que me dijo, acompañado de un ” tu misma”; ahí apareció la primera de las tantas sensaciones de madre culposa (o mala madre). Y es que al parecer a las doctoras con cara de mamífero, no les gustan las mujeres embarazadas vegetarianas.
Por supuesto averigüe los pros y contras de suplementarse, la cual en mi caso era hierro y vitaminas. Elegí la alternativa mas complicada para las mujeres que trabajamos a mil y que encima nos creemos imprescindibles en el trabajo…Tener una super dieta rica en todo los alimentos superpoderosos sobre la faz de la tierra.
(Claro, primer embarazo y no tienes ideas de nada)
Como les contaba anteriormente trabajaba a full liderando una tienda de producto ecológico en Barcelona, así que estaba todo el día eligiendo, etiquetando y organizando productos, hablando con proveedores, catando productos, oliendo quesos, comiendo galletitas, eligiendo verdura, cortando embutido…Uff, bienvenidas nauseas que duraron 3 meses, reduciendo mi dieta de super atleta a: aguacate(palta), manzana, zanahoria en palitos, aceitunas verdes y litros de agua.
(Síntomas de mala madre culposa nivel 2)
Aún así seguía firme en mi convicción de no suplementarme con pastillas quimicas, asi que nada…pa´lante no más.
Mi madre aperece via Skype en el baile (ella es nutricionista y vive en Chile), después de la puesta al día de rigor y tras 3 preguntas interrogatorias, comienza el habitual periplo materno de introducirte a la dieta omnivora con palabras adornadas para evitar conflictos (que ya han pasado alguna vez). Aparecen palabras como RESPONSABILIDAD (con y sin IRRE), PIENSA EN TU BEBE, ES LO MEJOR…etc.
Con lo cual una actúa como quinceañera y aferrándose a sus ideas revolucionarias de vegetales paz y amor; aunque el temor mental y las contradicciones hace rato que te dan vuelta… (nivel 3) Lo comentas con tu pareja-futuro padre y por suerte este te apoya, aunque también considera que tu alimentación esta pobre en blablabla, así que se transforma en una especie de abuela materna que te dá amor a través de comidas.
La sensación de que el mundo está en tu contra se hace presente, a donde vas te miran con cara de (¿eso vas a comer?). Y una hace su esfuerzo, porque aunque tu cuerpo se muera por comerte un bote de anchoas, sushi, todos los paquetes de salmón ahumado que quieras y las patatas bravas de cualquier bar una pone el freno, pero también duda : ¿Por que me pide mi cuerpo esto?
Pues guapa, te lo pide porque es verano hace un calor imposible y te sentarías de lo mas a gusto a comerte una tapas guarras con un barril de cerveza.
Pero la realidad es que desde que sabes que estas esperando, quieres ser la superperfectamadreymujer : comer sano, rico, natural, verte estupenda, sentirte super, estar radiante, verte felíz…etc.
Porque finalmente la sociedad puede mirarte raro, juzgarte o decirte las cosas de cara. Pero nadie nos pone tantas exigencias como nosotras mismas.
Quien publica semejante tontería, flaca el cuerpo te pide eso porque es rico, adictivo y tenés en ti inconsciente los buenos recuerdos de tu familia y amigos comiendo esos productos. No sos alguien que nunca comió. Las carnes y los productos lácteos, proteina animal, no los tenés que comer porque hace mal, fomenta el desarrollo de cáncer, alergias, mucosidad, enfermedades autoinmunes, y cardiopatías. Más un bebe….
Ponete a leer….
En este artículo la autora expone como todo el mundo le ha criticado su alimentación durante el embarazo, pero no ha dado ningún razonamiento para que nos pongamos de su parte.
Vamos, yo lo que pienso, es que una ginecóloga, podrá estar equivocada. Pero en principio sabrá bastante más del tema que alguien sin formación en medicina (que yo tampoco tengo, pero yo sí respeto mucho a los que saben más que yo de algún tema).
Así que con el tercer párrafo, que parece que intenta ridiculizar a la ginecóloga, yo creo que se ridiculiza a sí misma. Si se está en contra del consejo de la ginecóloga, habrá que buscar datos que apoyen tu teoría. Pero decir que “tiene cara de conejo” no te da mucha credibilidad…