Las noticias acerca del coste eléctrico se suceden sin previsión de un control del precio de la electricidad. Los usuarios, obviamente, lo notan de manera considerable en sus bolsillos. De hecho, según un estudio de CEPCO (Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción), el 47% de la energía se consume en edificios y en construcciones.
De este dato se desprende una pregunta: ¿cómo ahorramos en materia energética? Entre otras soluciones, como resaltan desde el fabricante de ventanas de aluminio en Barcelona, Macrisal, la inversión en cerramientos de aluminio de calidad se traslada en un importante ahorro energético. Es decir, si nuestro edificio cuenta con unas óptimas ventanas de aluminio deberemos de notarlo en nuestra cuenta corriente.
Las ventanas de aluminio son una solución contra el consumo desproporcionado de energía. No es una medida única, sino que sería una de las vías para conseguir ese ahorro energético deseado por los consumidores.
Esto, como decíamos en líneas anteriores, reduce el gasto económico y se comporta como un factor protector en el cuidado del medio ambiente. ¿Cómo es posible que unas ventanas de aluminio nos ayuden en todos estos vértices? Básicamente, porque si estas están bien instaladas, el aislamiento de la vivienda o del edificio (puede ser un bloque de oficinas) será mucho mayor que si no se instalan ventanas de este material.
En consecuencia, si conseguimos un buen aislamiento, no deberemos recurrir a un gasto excesivo del aire acondicionado durante los meses de verano o de la calefacción cuando los termómetros marcan sus registros más bajos.
La teoría, como siempre, suele verse mejor con un dato: el 48% del consumo energético de un hogar se centra en la regulación de la temperatura de su interior, de acuerdo a informes elaborados desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía; este mismo organismo, además, certifica que, si nuestra vivienda no está bien aislada, se suele perder un 27% en materia energética. En conclusión: contar con unas adecuadas ventanas de aluminio contribuye a alcanzar el ahorro energético, a reducir nuestro gasto económico y a proteger el Planeta.
Ventajas del uso del aluminio
La sustitución, por consiguiente, de unas ventanas antiguas por unas nuevas con el aluminio como material de referencia serán de gran ayuda en materia energética; pero no todo depende del aluminio, ya que la calidad de este material debe ir en consonancia con el grosor y calidad del cristal (se recomienda que sea grueso e incluso un doble cristal); al tiempo que la carpintería debe ser también óptima, por lo que debe contratarse profesionales cualificados en estas tareas. Si todo va en consonancia, el aire que se filtre por esa zona de la casa será escaso. Normalmente, estas recomendaciones están enfocadas a edificios más antiguos, puesto que los de nueva construcción se rigen por el código técnico de la edificación, al enfocarse claramente por construir viviendas altamente sostenibles. Y sí, el aluminio aparece como uno de los materiales de referencia a emplearse, porque aparte de ser duradero es un material resistente ante cualquier incendio o escape de gases tóxicos.
Ayudas institucionales
Las ventajas de implementar el aluminio en las ventanas no se reducen exclusivamente a los factores anteriormente reseñados. El uso de este material implica el utilizar un recurso de calidad, lo que permite también potenciar el confort y luminosidad de la vivienda; asimismo, la resistencia del aluminio es otro aporte de valor que presenta una materia prima que también favorece a la insonorización de nuestro hogar. Finalmente, el aluminio también permite alcanzar diferentes tipos de acabados al gusto de cada usuario. Otra ventaja que contiene esta materia prima es su sostenibilidad. No siempre se conoce, pero el aluminio procede de la bauxita, que es un mineral bastante abundante; y aparte de ser sostenible, el aluminio es un material que permite ser reciclado hasta en un 90 por cierto, lo que también contribuye enormemente a combatir el cambio climático.
Las ventajas de esta materia prima son tantas que desde los organismos europeos se lanzó una Directiva Europea de Eficiencia Energética, en donde el aluminio desempeñaba un protagonismo activo. No nos vamos a referir a las nuevas edificaciones, donde su uso es más que frecuente, sino a las diferentes ayudas que existen para reemplazar las viejas ventanas de muchos edificios y casas de España por otras más modernas, sostenibles y que contribuyen a alcanzar el ahorro energético. La inversión siempre acaba siendo rentable, tanto a corto como a largo plazo. Normalmente, desde las diferentes Comunidades Autónomas, como también desde el Gobierno, se ponen en marcha los denominados Plan Renove de Ventanas, los cuales están dirigidos tanto a personas físicas como a empresas.
Con una adecuada gestión de los recursos, se consigue esa ecuación deseada: contar con un material resistente y durable en el tiempo; que potencie el confort; que cumpla con la política de ser sostenibles y reduzca los costes energéticos. El aluminio es uno de esos recursos que conjuga todos estos elementos.
Tiene sentido, ademas que entra luz solar, no produce calor y es un material muy resistente pero algo costoso pero redituable a largo plazo. Muchas construcciones utilizan este material para sus ventanales.