La manzanilla es una planta perenne con bellas flores que se utilizan para preparar un té de hierbas muy valorado por sus cualidades relajantes.
La manzanilla también tiene usos cosméticos y medicinales, como tratamiento para la indigestión, el dolor de muelas y las quemaduras.
Puedes leer más sobre las propiedades de la manzanilla en el post que te dejo aquí:
Llena una bandeja con celas con tierra de hoja húmeda. Nivela y afirma la tierra con la parte posterior de una cuchara vieja.
Planta 2 a 3 semillas de manzanilla en cada celda, luego cubre las semillas con una capa de tierra muy fina.
Cubre el semillero o los semilleros con un plástico y riega de forma uniforme para que mantenga la humedad.
En este vídeo podéis ver el método de forma didáctica y con resultados garantizados.
Muy interesante, muchas gracias.